Desde hace más de un siglo, la familia Fernández se inicia en la agricultura con el cultivo de la pepita.
En 1970 el fundador Pedro Fernández, hombre trabajador, ambicioso y agricultor nato, inicia una carrera de fondo y de vida, volcando todos sus esfuerzos y recursos en un solo objetivo; conseguir la mejor calidad en su fruta.
En 1999 decide dar un paso más, invirtiendo en las actuales instalaciones, con la intención de que la empresa se consolide como productora y comercializadora en el sector de la fruta fresca.
En 2008 Guillermina Fernández, su hija, se incorpora a la comercialización. Su pasión y su gusto por la perfección aportan nuevas ideas, siempre respetando la filosofía de trabajo y tradición familiar.
La esencia de lo tradicional,
del saber hacer y de la humildad.